El Capricho, expresión artística de la imaginación ilimitada y de la libre creación, confiere a esta producción su carácter típico en cuanto al baile y a la música. Es símbolo de la vivacidad de una idea o de un humor, de la espontaneidad y de la fantasía, de la obscuridad y de la claridad.
Inspirados de la variedad de los temas del flamenco y sus expresiones individuales, los Caprichos Flamencos representan la esencia constantemente variable y renovadora del flamenco. Son la expresión y el testimonio de su gran vivacidad.

Caprichos I: Centauras y Faunos, coreografía: Brigitta Luisa Merki
Una nueva coreografía perfeccionada del tema de la Centaura. La Centaura -mitad mujer, mitad caballo- un Capricho de un cuerpo peculiar, un capricho de la naturaleza. Un diálogo interno y apasionado de un mismo cuerpo así como el diálogo con el bailaor. Un dúo de amor.

Caprichos II: cucharada de locura, coreografía: Joaquín Ruiz
Basado en el cante chico - canto claro, a menudo gracioso y atrevido del flamenco - y sus múltiples formas en el baile que viven de la espontaneidad y la improvisación de cada uno. Una escena en la calle.

El coreógrafo y bailaor Joaquín Ruiz, Madrid
Participió en el 1985 en la primera producción Obsesión de Flamencos en route como bailaor invitado.
Dirige desde 1987 su propia compañía en Madrid.
En 1989 empieza su carrera profesional como coreógrafo para diversas producciones en el mundo entero.
Desde 1993 colabora con el grupo musical Radio Tarifa, con quién hace giras mundiales. Coreografías para compañías y bailaores famosos de flamenco como Javier Barn, Miguel Angel Espino, Sara Baras y otros.
Producciones importantes: 
Tiempos de silencio Joyce Theatre NYC. Danzas y Ritmos Flamencos Tokio. Siesta (Música Miles Davis) Centro Cultural Villa de Madrid.
Festivales internacionales:
Edinburg; Art`s Festival Hong Kong; Jacob`s Pillow, USA; Sadler`s Wells London etc.

Estreno, 16.10.2004, Baden, Kurtheater

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Esslinger Zeitung

Ritual misterioso (...) Los vestidos apropiados, la coreografía, la manera de contar, todo es un conjunto estilizado pura y claramente, como si el baile hubiera interiorizado completamente la postura majestuosa del flamenco. Lo que parece ser un ritual misterioso en un calvero alumbrado por la luna es una parábola de una sencillez genial en cuanto a su estructura y su mensaje. Dos cantantes y dos guitarristas acompañan a los seis bailaores formidables, entre los que destaca sobre todo Fernando Alfaro con su largo zapateado y las piruetas vertiginosas. Sigue una variación completamente distinta, tan increíble y aparentemente contradictorio a la tradición del flamenco como la primera parte: Una muestra del lado irónico. La pieza "cucharada de locura" de Joaquín Ruiz encanta desde la llegada de los músicos por su cariñosa gracia. Se nos presentan facilidad mediterránea, una historia graciosa de los zapatos de flamenco blancos que bailan por sí solos y dejan al bailaor sorprendido (un solo maravilloso de Fran Bas), baile flamenco con matices de jazz y reminiscencias discretas del Broadway. Justamente en el momento en que un duelo en el estilo de la "West Side Story" parece ser inminente, vuelve la ironía: Un duelo con plátanos, la escena degenera en una macedonia multicolor. La pieza termina con una despreocupación casi filosófica, los artistas se marchan hacia la noche estrellada del principio. Dos variaciones de un teatro bailado, dos "Caprichos Flamencos" totalmente distintos en su tono, pero ambos perfectamente coreografiados y concebidos. Una tarde maravillosa, seguramente no sólo para los aficionados al flamenco.

Angela Reinhardt, Esslinger Zeitung, 10.12.2004

Basellandschaftliche Zeitung

La compañía de baile "Flamencos en route" entusiasma a su público desde hace veinte años con su continua búsqueda de nuevas formas de expresión (...) A nivel de los movimientos, la coreógrafa Brigitta Luisa Merki emplea un vocabulario muy sutil y delicado para acercarse a la temática. No se sirve nunca de imágenes pesadas para expresar la ambigüedad entre mujer y caballo, sino que la transforma mediante detalles. (...) La música busca nuevos caminos expresivos La música - en vivo - juega un papel muy importante en esta obra. Como en el caso del baile, Brigitta Luisa Merki parte también aquí del flamenco tradicional y busca nuevas formas de expresión, que encuentra en el canto de dos voces femeninas (Keiko Ooka y Nieves Díaz). (...)

Ursula Haas, Basellandschaftliche Zeitung, 06.12.2004

bazkulturmagazin

Bajo el signo del centauro (...) Hacia el cielo. Como quimeras en una vía astral, las tres mujeres, orgullosas e inaccesibles, parecen seguir un plan inevitable. Se mueven entre el cielo y la tierra, cuidadosamente en un principio. Como arabescos artísticos mueven los brazos hacia el cielo, tornean las muñecas y los dedos. ¿Agarran las estrellas? Sus pesadas colas del vestido sin embargo arrastran en el suelo. Rápidamente, con un pequeño movimiento del pie, el cuerpo de caballo cambia su sentido, elegante, tal y como la mujer. Sus cascos golpean echando chispas. En un momento de silencio, tres faunos locos de alegría saltan al escenario. Empieza el eterno juego de la atracción y del rechazo entre la mujer y el hombre. (...) -encantador, bello y emocionante por su inminencia directa- (...) Los cuerpos expresan nostalgia, ansia erótica, ternura y resistencia. En la Farruca, el machismo vive su plena fantasía (Fernando Alfaro de manera grandiosa), mientras que las centauras defienden su fuerte feminidad sin problemas. Al final se deshacen los papeles entre los sexos, los faunos están tumbados en el suelo, las mujeres andan por encima de ellos hacia el vasto espacio planetario. (...) BUFONADAS. La segunda parte "Cucharada de locura", puesta en escena por el coreógrafo Joaquín Ruiz, está inspirada por el alegre "cante chico". Se busca la exageración de los clichés y se les desecha. Secuencias poéticas y bufonadas se turnan. El bailaor Fran Bas, dominado sin compasión esta vez no por zapatos rojos, sino blancos, juega un papel impresionantemente tragicómico. Todo es baile y música, una fiesta desbordante de alegría de vivir y queríamos que no parara nunca. Pero nos alcanza la noche, se apagan las luces, la compañía grandiosa sigue su camino. Queda tan sólo el cielo estrellado artificial - y la nostalgia.

Maya Künzler, bazkulturmagazin, 06.12.2004

Der Landbote

Presencia sensual, forma consciente Variable, original y vivo, libres en la concepción de ideas espontáneas, los dos caprichos de la compañía de baile Flamencos en route muestran muchas facetas del baile español. (...) "Pequeña locura": A diferencia de los cantes anteriores, principalmente graves, Joaquín Ruiz elige para su parte canciones claras, gozosas, alegres y graciosas. Otra vez, los arreglos y las interpretaciones de las cantantes Keiko Ooka y Nieves Días así como de los guitarristas Juan Gómez y Pablo García son excelentes e inspiran a las seis bailaoras y bailaores a un baile magnífico. (...)

Ursula Pellaton, Der Landbote, 02.12.2004

Der Bund

Sensual y juguetón El año 2004 es un año muy especial para la compañía de baile Flamencos en route: Su directora Brigitta Luisa Merki recibe el Anillo "Hans Reinhart" y la compañía de Baden celebra su vigésimo aniversario. Centauros vigorosos, faunos locos de alegría, mujeres encantadoras, hombres impetuosos, vistos raras veces en escenarios suizos: La compañía de baile "Flamencos en route" hace ver su diversidad con "Caprichos Flamencos" y vuelve a demostrar su manejo innovador e extraordinario con el lenguaje tradicional de las formas del baile español. La obra reúne flamenco y elementos del baile moderno, folclore con sus rígidas formas abstractas así como imágenes insistentes juguetones, formando de esta manera un lenguaje teatral contemporáneo que satisface las máximas exigencias artísticas. El programa está concebido con habilidad: En la primera parte domina el baile ansioso y vigoroso de los centauros, mientras que en la segunda parte se desarrolla una fiesta despreocupada y llena de alegría que apasiona al público de la Dampfzentrale de Berna. (...)

Julia Wehren, Der Bund, 26.11.2004

Zofinger Tagblatt

(...) La producción de la compañía Flamencos en route que llenó el escenario del Stadtsaal de Zofingen con magia merece la calificación de arte máximo (...) Una coreografía fascinante, maravilloso y encantador, un diálogo logrado con lo otro, lo diferente. (...)

Klaus Plaar, Zofinger Tagblatt, 22.10.2004

Neue Zürcher Zeitung

Flamencos en route en plena forma (...) El público está entusiasmado, el orador se queda incluso boquiabierto. El Kurtheater de Baden inauguró su nueva temporada con la producción conmemorativa de la compañía Flamencos en route. Llevan ya 20 años "en route" persiguiendo su propio camino bajo la dirección artística de Brigitta Luisa Merki. Con su actual producción "Caprichos Flamencos" demuestran de manera impresionante que están en buen camino. (...) Los dúos son desafíos, diálogos musicales, competencias virtuosas. Impresiona el cambio entre las rotaciones rápidas y los movimientos lentos y extensos, entre la música y el silencio, entre la afirmación concreta y la añoranza indeterminada. Con formas estrictas, Merki creó una obra llena de tensión, pero coherente a la vez. Contribuye a esta impresión el canto insistente de Keiko Ooka y Nieves Díaz, acompañadas por las virtuosas guitarras de Juan Gómez y Pablo García. Pequeñas locurasLa coreografía de Joaquín Ruiz interpreta el capricho no sólo como elemento de la naturaleza, sino también como pequeña locura. La música y el baile se amplían con elementos tradicionales y actuaciones escénicas. De esta manera, la obra permite a las personalidades resaltar con gracia y encanto. (...)

Felizitas Ammann, Neue Zürcher Zeitung, 18.10.2004

Aargauer Zeitung

Profundidad mitológica y pura alegría de vivir Estreno con ovaciones el sábado en Baden para la compañía de baile Flamencos en route. Su producción conmemorativa "Caprichos Flamencos" muestra de manera impresionante los logros del flamenco como forma de arte. El capricho es la forma mínima para la realización libre de una idea, impreñada de las ganas de vivir. Brigitta Luisa Merki y Joaquín Ruiz disfrutan de ella con enfoques y una modulación contradictorios. En "Centauras y Faunos", Merki sondea el viejo tema de la relación entre mujer y hombre en diferentes variaciones y con una profundidad mitológica. Ruiz a su vez muestra el flamenco (y otros elementos del folclore español) como símbolo encantador de la alegría de vivir. Es precisamente esta contraposición de los dos coreógrafos con las mismas bailaoras, los mismos bailaores, cantantes y guitarristas que da prueba de la diversidad y de la fuerza que el flamenco como forma de arte ha podido adquirir. Es un desarrollo al que la compañía de Brigitta Luisa Merki ha contribuido esencialmente a lo largo de los últimos veinte años. (...) Tres parejas, o mejor dicho seis personalidades fuertes e individuales, narran en su baile de la atracción y de la lucha entre hombre y mujer, del amor. De forma dramática, poética y erótica. (...) Los bailaores se ponen en pose imperiosamente, quieren infundir respeto con saltos, staccatos pesados y piruetas. Las mujeres parecen más unidas a la tierra por la cola de sus vestidos, a la vez que intentan tocar el cielo con sus brazos. Hombres y mujeres se muestran suaves y vivos, dominan o se integran. Gracias al baile, todos tienen las mismas posibilidades. El profundo mito bailado se cierra al final con la misma escena, muy expresiva, del comienzo. Las alegrías de la plaza Después de la pausa tiene lugar un cambio radical: un escenario vacío con luz fría, algunas sillas coloreadas. Una cantante canta algunas notas, una bailaora trae bafles, un dandy vestido de blanco anda con paso ligero por la plaza, juguetea un momento con una mujer que viene de paso. Vuelve la bailaora con un guitarrista en su carretilla, este saca su instrumento, el público se ríe, la fiesta empieza. El espectador se cree en la plaza de un pueblo español, en medio de una fiesta arrebatadora. Siguen escenas de un cuento donde una cenicienta masculina encuentra zapatos blancos que bailan con él - un episodio chistoso, puesto en escena de manera maravillosa. Joaquín Ruiz no vacila ni siquiera ante los elementos del musical. Su coreografía para los dos dandies y la "bailadora del bar" es una de las variaciones más originales del flamenco representadas jamás en un escenario. El hecho de que los seis bailaoras y bailaores así como las dos cantes y los dos guitarristas se sientan tan a gusto en el mundo del baile de Ruiz se debe a la gran profesionalidad de cada uno de ellos. Garantizan a los (fieles) espectadores de la compañía Flamencos en route una experiencia nueva para ojos y oído.

Sabine Altorfer, Aargauer Zeitung, 18.10.2004

Berner Zeitung

Con imágenes llenas de expresividad, Flamencos en route cautivan al público en su producción conmemorativa "Caprichos Flamencos" (...) El espectador queda cautivado, embaucado e impotente de sustraerse de la atracción de los faunos y centauras que se encuentran, se funden en el baile, se dejan llevar y se satisfacen recíprocamente hasta separarse para volver a descubrirse. Como los caprichos de la naturaleza. Simples instintos naturales hurgan en la complejidad del espíritu humano y se incorporan hasta que de las divergencias entre ellos nazcan nuevas ideas. Los fondos del alma Con la actual producción conmemorativa "Caprichos Flamencos", la directora artística de la compañía, Brigitta Luisa Merki, volvió a poner en escena una obra que da prueba de la inmensa diversidad del flamenco: los corazones de los espectadores empiezan a latir al compás de los tacones de las tres bailaoras y los tres bailaores, el público se entusiasma y se deja llevar. En la primera parte de la representación, las dos cantantes Nieves Díaz y Keiko Ooka hunden a los oyentes en las profundidades del alma flamenca con su cante jondo y sus voces claras e intransigentes. Están acompañadas por los dos virtuosos guitarristas Juan Gómez y Pablo García. La bailaora Adriana Maresma Fois impresiona con sus brazos que se mueven como una planta acuática, con su fuerza y su presencia. El bailaor Fernando Alfaro entusiasma con su farruca, el tema masculino del flamenco, evocando a Antonio Gades. Las centauras están representadas por las bailaoras. Destacan los vestidos diseñados por Carmen Pérez Mateos, que enfatizan lo narrado gracias a los colores de tierra y los cortes llenos de fantasía. Los bailaores representan el papel de los faunos. Con el dúo de amor "Diálogo de la seducción", la coreógrafa demuestra toda su maestría. Ligero y un poco loco La segunda parte, más corta que la primera, está concebida por el coreógrafo y profesor de flamenco madrileño Joaquín Ruiz. Juega con el cante chico, el canto ligero, gracioso y alegre. La escena en la calle es variada, dominante a veces, encantadora y un poco loca. Sobresale en esta segunda parte el bailaor Fran Bas quien con su humor hace reír al público. Las impresiones del estreno de la producción de Flamencos en route el pasado sábado en Baden se grabaron en la memoria como constelaciones astrales en el cielo nocturno.

Sonja Laurèl Bauer, Berner Zeitung, 18.10.2004

Ballett Intern

20 años Flamencos en route (...) La obra "Centauras y Faunos" de Brigitta Luisa Merki expone de manera abstracta y ensimismada el acercamiento de criaturas distintas. Es la alegoría de las eternas contradicciones entre el hombre y la mujer, Ying y Yang, lo espiritual y el instinto. Con los medios que le ofrece el teatro bailado, la coreógrafa pone en escena cantes flamencos como la Siguiriya, la Farruca o la Soléa por Bulería, creando de esta manera un mito profundo del baile. Claridad, energía y alegría de vivir dominan la segunda parte en la plaza de un pueblo, dirigida por Joaquín Ruiz, quien confía plenamente en las personalidades de los bailaores y los músicos para poner en escena su ajetreo lleno de pequeñas locuras ("cucharada de locura"). El "cante chico", la variación ligera del cante flamenco es el elemento común de las diversas escenas, pintadas con una facilidad elegante. (...)

Edith M. Wolf Perez, Ballett Intern, 01.05.2004

Tanz und Gymnastik

Se hace el camino al andar (...) El flamenco es el punto de partida claramente definido de esta compañía. Es sin embargo un arte de la tradición, de la forma libre y a la vez guardada dentro de un margen riguroso. "Flamencos en route" es símbolo de un programa en el sentido del Ying y Yang, de la preservación dentro del cambio constante, de la tradición defendida con formas variadas en su camino por el tiempo. (...) La nueva obra de Brigitta Luisa Merki, estrenada a mediados de octubre en el Kurtheater en Baden, satisface otra vez más las expectativas de este programa. La coreógrafa trabaja con elementos conocidos del arte del flamenco. (...) Detalles de una especial expresividad y una capacidad brillante -como por ejemplo las estupendas piruetas sin fin de Alfaro- dan toques especiales a un proceso que vive en primer lugar de su consecuencia y su unidad inherentes, concebido en su coreografía hasta el más mínimo detalle y representado por los artistas como teatro bailado fascinante. El escenario de Herta Eppler-Joggi evoca con la sutil iluminación de Christoph Gutmann y líneas y colores claros y sencillos la vastedad del cielo astral y la poesía sin adornos de imágenes abstractos. Marcharse para nunca llegar La producción conmemorativa vuelve a confirmar el principio básico de la compañía y señala a la vez hacia un futuro vivo y abierto. Concretamente: El flamenco no sólo como vehículo de un folclore más o menos auténtico, sino como la creación independiente de un baile artístico basado en los pasos y las formas del flamenco. El objetivo ya no es el flamenco original, sino un teatro bailado autónomo, formalmente sujeto al flamenco, nacido de su espíritu y su manera de ser e irradiando su atmósfera a pesar de su forma diferente. Hace veinte años, nadie podía prever el éxito de este principio. Y nadie hubiera pensado que esta compañía existiría durante veinte años como grupo independiente. Son muy pocas las compañías independientes capaces de sobrevivir durante tanto tiempo, de ser activos y presentes. (...)

Richard Merz, Tanz und Gymnastik, 01.04.2004