el rubí

Der Bund

Rubí tallado

 

La compañía de danza Flamencos en route fascinó al público en el teatro Tojo del centro cultural Reitschule de Berna en la intimidad de una pieza de cámara para una bailarina y dos bailarines, una cantante y un cantor, más cuatro instrumentistas.


Arcilla, aluminio y oxígeno. Esta combinación química ha inspirado a Brigitta Luisa Merki su última producción. Si tomamos literalmente la materia prima. Los tres elementos componen juntos el rubí. "El rubí" que da nombre a la velada. Una pieza llena de fuerza sin historia alguna, que te aprisiona desde el primer compás. Y como en el caso de la piedra noble de color de sangre, el todo es más que la suma de sus componentes. La breve pieza de cámara adquiere densidad atmosférica en cuanto se armonizan los quejumbrosos y reiterados "ayes" con los airados golpeteos de los tacones, desde la alambicada luminotecnia repleta de color con olas de arena en paredes y suelo, hasta la vestimenta. Incluso las emociones quedan reducidas a lo mínimo. El lenguaje flamenco no es jamás chismoso, sino dialogante y a varias voces. Rezuma pasión, alegría de vivir, brasas de amor y, como extra, una dosis de autoironía, pero en ningún caso exceso de patetismo. Los medios que ofrece el teatro son utilizados con parquedad. Ninguna ampulosidad de faldas que se arrastran, ni abanicos, ni flores en el pelo.
Brigitta Luisa Merki moldea su arte desde la energía cinética del espacio. Los mismos participantes son los rubíes que se tallan aquí. Ello es un reto para la coreógrafa, que lleva más de veinticinco años andando su camino y con cada pieza reinventa, en cierto modo, el flamenco. Que ello se consiga una y otra vez debe agradecerse al selecto grupo que Merki moldea en un conjunto con estilo seguro. Que ella ofrezca a cada personalidad espacio para aportar sus fuerzas individuales da testimonio de su experiencia artística.

 

En el cuadrado mágico
El placer de experimentar del conjunto no ha disminuido con los años. Esta vez es una cantante árabe (Karima Nayt) quien se encarga del hechizo. Es un auténtico descubrimiento: una mujer que consigue unir seductoramente sus expresivas guirnaldas sonoras, salpicadas de duros sonidos guturales, con la melancólica nyckelharpa (Erik Rydvall) y que con su voz prolonga silenciosamente en la oscuridad los movimientos coreográficos. También entre los guitarristas flamencos (Juan Gómez, Pascual de Lorca), el percusionista (Fredrik Gille) así como los diversos temperamentos de la bailarina y los bailarines (Carmen Iglesias, Eloy Aguilar, José Moro) se entretejen diálogos cargados de arrebato, que implosionan en círculos o suenan en diagonal hacia la invisible lejanía.

Así logra perfectamente el conjunto de nueve miembros convertir la intimidad del estrecho espacio teatral en un cuadrado mágico. Y el rubí que da nombre al título -entendido como arte en todas sus facetas- sale a la luz. De ahí que sean superfluos los rubís tallados en forma de atrezos que se hacen circular ostensiblemente entre arias, duetos, solos de danza y círculos luminosos. Cuatro años llevaba el galardonado grupo de danza sin actuar en Berna. Por falta de posibilidades de actuar en el centro cultural Dampfzentrale, como dice la coreógrafa. Ahora se ha atrevido Brigitta Luisa Merki a dar el paso hacia el teatro Tojo. La producción de cámara fue recibida con un lleno absoluto.

 

Crítica «el rubí»

Marianne Mühlemann, «Der Bund», Berna, 30 de marzo de 2012

 

Marianne Mühlemann, Der Bund, 30.03.2012


Aargauer Zeitung, Medienverbund AZ

Historias de danzas rojas como el rubí

La compañía Flamencos en route entusiasma con su nuevo espectáculo "el rubí"

La mujer lleva en su falda algo rojo, resplandeciente. Lo protege como un objeto de gran valor y empieza a cantarle con su voz cálida, en árabe. La argelina Karima Nayt, que sin dificultad aparente pasa de cantante a bailarina, inicia en escena el entramado de un primer diálogo con los dos músicos suecos Fredrik Gille y Erik Rydvall.

En este nuevo espectáculo de la compañía Flamencos en route de Baden, "el rubí", al rubí se le canta y baila. Ahora bien ¿qué vínculos tiene el flamenco con una piedra preciosa? "En español se dice a menudo: esto es una joya", cuenta Brigitta Luisa Merki, que en 1984 fundó la compañía de danza Flamencos en route y fue galardonada en 2004 con el Hans-Reinhart-Ring. Y ella lo tuvo muy claro: la piedra del espectáculo había de ser un rubí, mítico, misterioso y símbolo del amor. "El rubí es un material noble en bruto, hay que trabajarlo para que llegue a brillar de manera óptima, como el flamenco", dice Brigitta Luisa Merki.

... José Moro baila la alegría, un canto ligero, alegre. En compañía de Karima Nayt lleva a cabo un dueto de danza moderna, durante el cual la cantante/bailarina de Argelia canta también. Y surge además un dueto hispano/sueco: el músico Erik Rydvall entra en escena con su nyckelharpa, una especie de violín medieval, con especial difusión en Suecia.

... Brigitta Luisa Merki se mantiene consecuentemente aferrada al flamenco como núcleo del espectáculo, sin caer en cliches.

El corazón de la música lo constituyen los dos guitarristas españoles Juan Gómez y Pascual de Lorca así como el percusionista sueco Fredrik Gille. Un momento especialmente conmovedor es el dueto del cantaor Manuel de la Curra con la cantante argelina, en el cual se mezclan la tierna modulación melódica del canto árabe con el penetrante, estremecedor cante flamenco.

Puentes entre las culturas

Una vez más la directora Brigitta Luisa Merki ha logrado llevar a escena un espectáculo que no entusiasma no sólo a los fans del flamenco. Se mantiene consecuentemente aferrada al flamenco como núcleo del espectáculo, sin caer en clichés. A través de una mezcla internacional de músicos y bailarines en el espectáculo se tienden puentes entre las diversas culturas, lazos que han existido desde siempre en el flamenco.

Ursula Haas, Aargauer Zeitung, Medienverbund AZ, 19.11.2011


Basler Zeitung

Las facetas del rubí

Flamencos en route brillan con su espectáculo de danza en el Roxy-Theater

Lo primero que hay que hacer con una piedra preciosa es tallarla para que brille. En "el rubí", la coreógrafa Brigitta Luisa Merki ha tallado a un tiempo varios rubíes. Toda una cadena de rubíes: la compañía.

La noble piedra constituye el núcleo central de la nueva producción de Flamencos en route, es bailada, representada, cantada. Porque al rubí se le atribuyen fuerzas míticas, que deben otorgar protección, dignidad, poder. Los dos bailarines José Moro y Eloy Aguilar así como la bailarina Carmen Iglesias buscan en su propia coreografía el acceso personal a esa joya, al flamenco.

Alegría, esperanza, melancolía: he ahí los tres grandes temas del flamenco que, marcados por el ritmo, electrizados, taconeados -con una entrega total- proporcionan expresión a estos sentimientos. Y esa danza es auténtica, en escena baila el poder del sentimiento.

El solo de danza de los Flamencos es acompañado por músicos igualmente virtuosos que arrebatan a sus instrumentos quejumbrosas vibraciones, ritmos alegres y acordes amortiguados. Ellos allanan un paisaje de sonidos y empujan a los bailarines en sus pasos rápidos, contundentes cada vez más allá.

Junto a los cinco músicos españoles y argelinos a la guitarra y al cajón el violinista sueco Erik Rydvall acompaña la interpretación coreográfica con la nyckelharpa, un instrumento de cuerda de origen medieval, que se toca principalmente en el Norte, pero que confiere una cálida tonalidad al baile meridional.

Armonía de conjunto

¿Qué sería el flamenco sin canto? Con la cantante argelina Karima Nayt los Flamencos en route se ven acompañados por una voz cálida, poderosa, profunda. Por medio de una fuerte expresividad, un canto de características árabes y una delicadeza de movimiento conduce el variado baile flamenco a un común denominador: el flamenco significa temperamento lleno de sensibilidad. En el dueto con el cantaor Manuel de la Curra tiene lugar un armónica expresión conjunta, que refleja todas las facetas del flamenco.

La coreógrafa Brigitta Luisa Merki se pone de nuevo en camino con los Flamencos en route. En busca de la danza que oculta historias seculares, que ella lleva 27 años interpretando y contando una y otra vez.

Su meta es encontrar bailes con coreografías individualizadas, movimientos propios, un lenguaje personal y el acceso a la danza española. Y así se lanzan los Flamencos a la búsqueda. No en último término en pos del rojo rubí. Y así también en busca del yo. Con "el rubí", Brigitta Luisa Merki ha tallado y pulido una pieza de folclore español. Que brilla.

Julia Voegelin, Basler Zeitung, 19.11.2011